La figura del autónomo es muy diversa. El sector de los autónomos agrupa desde profesionales liberales hasta comercios de diferente tipo, sin olvidarnos de numerosas pequeñas empresas de diferente perfil que cuentan con un único empleado o un pequeño número. Las previsiones de crisis para este año se han agravado con el desastre causado por el Covid-19. Este tsunami ha provocado un desastre en el sector terciario, en el que abundan la figura del comerciante y del hostelero. Entre los diferentes problemas que preocupan a este sector hay tres en los que coinciden de manera unánime: La incertidumbre que se avecina, la protección social y la financiación. “Tengo pánico a un posible confinamiento. No podríamos resistir. Estamos seis personas en el restaurante y tendríamos que bajar la persiana. Tantos años de sacrificio para liquidar en un santiamén”, nos comenta resignado un conocido hostelero de Durango que prefiere no dar su nombre porque no se trata de protagonizar en primera persona. “Mi angustia, y la de mi equipo, es la que tenemos todos los profesionales de Durango”. Según el barómetro de julio, un 11% de los autónomos de todo el Estado no han tenido ingresos durante el confinamiento y 8 de cada 10 han sufrido un descenso de la facturación. Puntualiza que no quiere entrar en disputas sobre las decisiones del Gobierno Vasco. “Yo las acato de la manera más estricta posible y punto. Ellos son los que entienden, pero el daño para nuestro sector es formidable”. En el capítulo de protección social, las coberturas de baja, la de desempleo y las pensiones son tres frentes abiertos. “Solo he cogido una baja en mi vida y fue porque la máquina me llevó un trozo de este dedo. Y sobre horas y vacaciones mejor ni hablar. Me suena a cuento chino lo de conciliar el trabajo con la familia. Aquí desde que te levantas hasta que te acuestas estás pendiente del móvil por si te llama algún cliente”, afirma Jon, un carpintero que reside en Durango. La escasa y difícil protección social en caso de cerrar es otro problema. Lo justo sería que se equiparasen a la de cualquier trabajador asalariado, aunque también habría que cotizar de manera similar. Algo se ha avanzado, pero todavía queda una notable brecha entre ambas figuras laborales. Respecto a las pensiones, en septiembre veremos por dónde apunta lo que quiere hacer el ministro Escrivá, aunque se prevé un endurecimiento de las condiciones y una merma en la cuantía de la pensión. El autónomo necesita un medio que detalle sus problemas, sus inquietudes, que se conozca su figura por dentro y todo lo que aporta a la sociedad. Por tal motivo, Hemen Bai va a ser un soporte para que todo autónomo que lo desee pueda exponer lo que estime interesante para el resto de vecinos.